miércoles, 9 de junio de 2010

"El MURAL", una historia de pasiones

Al empresario periodistico y fundador del Diario Crítica de la década entre 30 y 40, a Natalio Botana como personaje importante se le debia una historia en el cine bajo el concepto de su vida cultural artística Independiente de la política que personalmente cultivo entre sus artistas amigos más reconocidos,que reunía en su quinta privada "Los  Granados" de Don Torcuato.
Una produccion argentino-mexicana de Aries tomó aquella historia de la epoca que llevó adelante el director de cine Héctor Olivera como un sueño que tenia difícil de concretar desde su juventud pero pudo conseguirlo al tratarlo cuando trabajaba en los Estudios Baires de cine en Don Torcuato.
En 1933 encarga Botana hacer un mural al mexicano David Alfaro Siqueiros en el sótano de su mansión donde hacía los encuentros con artistas y que titulara Ejercicio Plástico.
El muralista era fervoroso comunista de la época que tenia llegado de Uruguay con su esposa la poeta uruguaya Blanca Luz Brum que junto a la esposa de Botana, Salvadora Medina Onrubia la anarquista, y el poeta chileno Pablo Neruda comunista vivieron dramáticas aventuras. La pareja anfitriona, añadia a la de Siqueiros una vida liviana y transgresora.
Para componer tan importantes personajes Olivera eligió un elenco integrado por Luis Machin como Botana, Bruno Bichir, -Siqueiros-, Carla Peterson-Brum-, Ana Celentano-Salvadora-, y Sergio Boris como Neruda.
La trama polémica de sus pesonajes fue intensa y tuvieron escenas calientes con una reconstrucción de época al hacerse fuerte el fascismo en la Argentina junto a la oligarquía que imperaba en ése momento con las Fuerzas Armadas en el poder.
Las ideas progresistas feministas de Victoria Ocampo en la época, fueron mal recibidas por la políticas marxistas que traian los mexicanos Siqueiros, Diego Rivera y Gabriel Orozco que ponían el arte al Servicio de las causas populares en contraindicacion a las proclamadas por la sociedad paqueta en pro del varón a reeducar, y ellos tenian que mantener su anonimato.
Uno de los puntos más altos del film es la recración de la época y que Olivera eligió en una bella estancia localizada cerca de Azul, que comparte aquél estilo mudéjar español que pone el marco apropiado para ambientar la vida fastuosa de los personajes más poderosos del momento en el país.
"Los presidentes pasan y nosotros quedamos ", decia Botana a su hijo en un retrato en la sociedad con fotos de un desfile con Hitler y Mussolini con banderas nazis concebidas por las ideologías imperantes.
El muy airoso joven Camilo Cuello Vitale en su difícil papel como alcalde de el hijo y Ana Celentano está impecables, en el personaje tan dramático de Salvadora Medina Onrubia, la mujer del magnate.
Si bien estós elementos fieles del hijo, hubiera sido necesario de un recorte de los hechos, pero ésto a veces no resulta acertado siempre.
La musa Blanca Luz Brum sólo está para seducir a un hombre poderoso cuánto le fue presentado a Botana o Pablo Neruda, incluso su obra poética está banalizada, y Carla Peterson no aporta mayores facetas al personaje.
El retrato de Salvadora es lamentablemente pobre, presentada como una loca drogadicta y apasionada, y su tarea desde el diario Crítica como feminista activa y literaria de su obra. Salvadora acude a la manifestación obrera con chofer en su Rolls Royce para salvar a un anarquista de la policía para incorporarlo a su servidumbre.
Por otro lado las escenas de sexo, parecen subrayar el aspecto salvaje que subyace bajo la pátina de elegancia.

sábado, 5 de junio de 2010

"Al sur de la frontera"

Oliver Stone, es un cineasta multipremiado y comprometido en sus films ya que es un hombre que se metió con todos, aguzando una critica punzante en sus películas.
Con el crimen de John Fitzgerald Kennedy documentada y extensa como apasionante JFK, con la guerra de Vietnam en la premiada y emotiva Pelotón y en el mundo bursátil está Wall Street con su otra secuela ya lista.
"Asesinos por naturaleza", antes de que Tarantino los convirtiera en su sello, con Fidel Castro, con los atentados a las Torres Gemelas, con Jim Morrison y con Alejandro Magno Oliver Stone es un personaje de leyenda desde sus primeros tiempos en el cine y ésto no es solamente parte de su Cine, es una porción de su propia vida antes de convertirse en uno de los directores más reconocidos de los últimos tiempos, Stone fue taxista, mensajero, soldado en Vietnam, herido en dos oportunidades y Condecorado con la ‘‛Estrella al Valor", representante de ventas y marino mercante.
Su madre es católica, su padre judío, pero él, como se podrá imaginar, salió budista.
Es natural que los críticos no sepan que esperar de él.
Es uno de los Cineastas más controvertidos de los Estados Unidos y están quiénes lo aman por su desafío y su renovación, y algunos periodistas lo detestan, y el equipo que lo acompañó a lo largo de su carrera saben como filmará su próximo film al año siguiente.
Es por eso que cuando Stone vino con la idea de trazar un documental sobre Siete presidentes latinoamericanos, incluyendo a Cristina Kirchner, nadie puso el grito en el cielo:ya están acostumbrados que Oliver siempre se sale con la suya.
Las publicidades de la película Al sur de la frontera anuncian "Se está desatando una revolución en Sudamérica, pero la mayor parte del mundo no lo sabe".
Para empezar, el director de Pelotón se hizo una pregunta lógica, un poquito conspirativa es cierto, pero otro poco realista ya todos esos presidentes latinoamericanos, criados y crecidos en el lado izquierdo del ala política, ¿son tal como los muestran los medios en los Estados Unidos? ¿Hay que temerles, o en todo caso hay que admirarlos y seguir su ejemplo?
"Me invitaron a Conocer a Chávez por primera vez durante su misión abortada de rescate del rehén colombiano capturado por las FARC, durante la navidad de 2007", contó Oliver. “Como generalmente ocurre, el hombre que conocí no fue el hombre sobre el que había leído y escuchado en los medios de comunicación de los Estados Unidos.
Basada en nuestra experiencia en Irak, los americanos debemos cuestionarnos el rol de los medios de comunicación al demonizar a los líderes extranjeros y transformarlos en nuestros enemigos. Las consecuencias de esto pueden ser brutales. Es una historia inacabada lo que está ocurriendo ahora con Hugo Chávez en Venezuela. Afortunadamente, en nuestra película, van a escuchar el otro lado de la historia oficial"
.
Con la parábola de Chávez, Stone y su equipo viajaron durante un año y se entrevistaron con siete presidentes. Tuvo diálogos, cara a cara, con Chávez, Evo Morales, Lula, Cristina y Néstor Kirchner, Fernando Lugo, Rafael Correa y Raúl Castro.
Oliver capturó a los presidentes como nunca se los vio: Sin protocolo, sin maquillaje y sin discursos prefabricados. "Presidente tras presidente parecían estar diciendo lo mismo", contó Oliver ya culminado el rodaje. "Ellos querían tener el control de sus propios recursos, fortalecer los vínculos regionales, ser tratados de igual a igual por Estados Unidos, y ser financiera y económicamente independientes del FMI".
En el Festival de Cannes, donde fue presentada la segunda parte de Wall Street, con Michael Douglas, Stone parecía contagiado del fervor progre de sus encuentros con los presidentes al sur de la frontera; “Estoy Confundido realmente si el capitalismo puede seguir funcionando", explicó. "Todo parece indicar que así, llevado al extremo y sin control, el capitalismo no prosperará". Hoy en día, insiste en que el futuro no hay que verlo en Norteamérica, hay que mirarlo en Latinoamérica.