jueves, 31 de diciembre de 2009

"Avatar" un mundo en azul...

"Avatar" (Estados Unidos/2009). Dirección y guión: James Cameron. Elenco: Sam Worthington, Sigourney Weaver, Zoe Saldana, Michelle Rodriguez, Stephen Lang y Giovanni Ribisi. Fotografía: Mauro Fiore. Música: James Horner. Edición: James Cameron, John Refoua y Stephen Rivkin. Diseño de producción: Rick Carter y Robert Stromberg. Presentada por Fox. Duración: 162 minutos. Apta para mayores de 13 años. En salas comunes, IMAX y 3D digital.
Opinión: muy buena
Avatar insiste y promete que éste es el film que cambiará para siempre el modo de vida en el mundo que viene. Es un nuevo mundo en azul (blue movie) hacia otras culturas en el planeta Pandora, el ambicioso film de ciencia ficción en 3D que propone James Cameron, Con una enorme expectativa se espera la película, que después de todo es una delirante fantasía de su director, y en la noche de estreno en EE.UU y Canada la película recaudó U$S 3.5 millones adelantando el interés por un éxito mundial con un presupuesto de producción de más de U$S 215 millones.
Avatar a pesar del despliegue de producción espectacular en 3D con impresionantes efectos especiales computadorizadas, no más de lo que se hicieron en su momento en El abismo, Terminator y en Titanic, por citar algunas de las mejores realizaciones y más exitosos films del director.
James Cameron un realizador canadiense adelanta su tiempo con visión de futuro y su fantasía exaltada para crear cosas fantasiosas y quiméricas en "Avatar", una película creada con talento imaginando un belicoso futuro interplenetario que se inspiró en su estadía en Nueva Zelanda al gustarle el idioma en contacto con la lengua maorí, y otras africanas adaptando su pronunciación y acento. Cameron siempre tiene un cine de mensajes contradictorios y algo superficiales, pero sin embargo extremadamente entretenido. Avatar no es la excepción, sino parte de esa regla, de ése estilo, que incluye, imágenes impresionantes, sorprendentemente estéticas con visión de futuro al extremo de un director taquillero.


El director fiel a su fama de megalómano, creó Pandora, un planeta en el año 2154 donde la Tierra es un páramo y no queda nada verde, y en Pandora hay minerales que resuelven la crisis energética pero hay nativos que eliminar o relocalizar, está al borde de ser colonizado por inescrupulosos humanos en busca de un mineral que transformará el lugar de paraíso espiritual en un infierno industrial.
Con vegetación, paisajes y unos nativos en un marco con exuberantes montañas flotantes, pterodáctilos gigantes de colores y árboles luminiscentes dan rienda suelta a su imaginación a éste nuevo mundo que propone con el uso del 3D conseguir impresionar al espectador como si se tratara del truco de un ilusionista y Avatar funciona en éste caso como un puente tendido para acercar lo que se ve en la pantalla, al espectador que asiste asombrado en su butaca.
Lo que Cameron no logra con el guión algo previsible y unos diálogos que por momentos parecen dictados por Greenpeace con un mensaje ecológico a través de los Na'vis como sus protagonistas humanoides de piel azulada, originarios del planeta Pandora que tienen 3 avatares creados por la combinación del ADN entre Na'vis y humanos como habitantes originarios del mundo Pandora, son los gigantes azules de rasgos felinos, largas colas y cabello trenzado con unas terminaciones nerviosas en las puntas.
La historia que cuenta ésta película de ciencia ficción comienza con la llegada de un grupo de mercenarios a la base humana en Pandora. Allí, una corporación prepara la definitiva conquista del suelo y de los habitantes del planeta, que aprendieron a desconfiar de los pequeños pero destructivos hombres. Así, para lograr que se rindan sin pelear, un grupo de científicos se acercarán a ellos transformados en versiones Na'vi de sí mismos creadas en un laboratorio.
Entre los exploradores estará Jake Scully (Sam Worthington), un ex militar parapléjico humano que reemplazará en la misión a su fallecido hermano gemelo, para infiltrarse entre los Na'vis con la bella Neytiri (Zoe Saldana) hija del jefe de los Na'vis que debe conseguir salvar al avatar Jack Sully de quién está enamorada, que sirve al coronel Quaritch (Stephen Lang), un mercenario fascista y racista que busca infiltrar a Sully entre los Na'vis para conocer su estrategia, cuyo único objetivo es destruir al enemigo con todas las armas a su disposición, sin aceptar más grises en su razonamiento que el de las bombas que está ansioso por lanzar, donde se acentúa la acción y la aventura con motivo emocional y belicoso.
Está un científico listo para integrar el equipo de la doctora Grace Augustine, (Sigourney Weaver) experta y admiradora del nuevo planeta, crea los avatares en Pandora y alza la conciencia ecológica en su planeta donde se acentúa la acción y la aventura con motivo emocional y belicoso, y así Augustine se suma a la lista de mujeres poderosas, sensatas y sabias que el director suele poner al frente de sus relatos y de sus protagonistas masculinos.
Para dar lugar al romance que sus films siempre incluyen, aparece Neytiri, una suerte de princesa Na'vi, que será la encargada de enseñarle a Jake los usos del amor azul y costumbres de los suyos.
Con la voz y muchos de los rasgos de la actriz Zoe Saldana (Viaje a las estrellas), a éste personaje le tocará transmitir las premisas new age que son el costado más débil del film, aunque lo hace desde el lugar de poder que antes ocuparon Sarah Connor en Terminator, la teniente Ripley de Alien y el personaje central femenino de El abismo.
El director parece tener una habilidad especial para describir mujeres creíbles y a veces más profundas que las tramas que protagonizan, no parece suceder lo mismo con sus contrapartes masculinas. El personaje de Scully, interpretado con solidez por Worthington, no logra mucho más que cumplir con el estereotipo del converso, mientras que al villano de la historia no le va mejor, siendo que el coronel Miles Quaritch (Stephen Lang) es un militar irracional, casi demente.
Sin contar con un guión especialmente original ni sutil en sus intenciones, Avatar es, de todos modos, un espectáculo cinematográfico alucinante, un viaje a un mundo que al final ofrece entretenimiento por más de dos horas y media de duración al espectador que le costará dejar de recordarlo. En el film pueden apreciarse la diferencia en distinguir entre ver y mirar, así dice su director diferenciando ver superficialmente aquello que queremos, ó mirar en lo otro más profundo con nuestros sentidos hacia otras culturas con diferentes puntos de vista.

e1000cro

viernes, 4 de diciembre de 2009

"2012" ... y el fin del mundo

A partir de las predicciones de los mayas con sus vaticinios para 2012 y la determinaciones científicas basadas en las erupciones solares con la emisión de iones neutrinos que llegan a calentar el centro de la Tierra, para desatar explosiones y movimientos en las placas teutónicas continentales que provocará terremotos y tsunamis, y ésto es lo que predispondrá los cataclismos del final del mundo. Derrumbes de edificios, autopistas que se desploman, el suelo que se raja, volcanes en erupción é inundaciones sobre el planeta, es lo que preanuncia el director Ronald Emmerich como el Apocalipsis que se dá el gusto de contar en sus film catástrofes (Dia de la Independencia, Godzilla, El día depués del mañana y 10.000 A.C) con emociones ávidas para multitudes de ése género que se sienten atraídos por las emociones fuertes, con destrucción de ciudades, donde mueren miles de personas aplastadas con espectacularidad, por un guión preestablecido convencional característico a todas las sagas en su tipo estereotipadas, solo modificada por la tecnología digital de imágenes con efectos visuales que la hace realista el desastre con un presupuesto holgado de U$S 200 millones.
Así la erupción de fuego de un volcán inicia el cataclismo en el Parque Yellowstone y se extiende a la Casa Blanca, la India, el Tibet, París y sus personajes viven la agonía desde el presidente negro de EE.UU ( Danny Glover) su hija (Thandie Newton), un geólogo preanunciador Adrian Helmsley (Chiwetel Ejiofor) descubre que se incrementará la energía solar, un padre (John Cusack) como Jackson Curtis, un fracasado escritor divorciado trabaja como chófer de un magnate ruso, y al enterarse del apocalipsis quiere revindicarse ante sus dos hijas y su ex esposa (Amanda Peet), decide salvar su familia, que un conductor viene anunciando por radio el fin del mundo (Woody Harrelson). Para los que aguzan el ingenio ambicionando el poder mereciendo salvarse, recurren a las bíblicas arcas al conseguir pagarlo asegurando su subsistencia de la especie frente aquellos que no lo pueden, es el mensaje desalentador.
En el film se muestra una producción de escenarios digitales con plataformas móviles que reproducen ciudades y sus terremotos que derrumban todo, el Obelisco de la Casa Blanca, la Basílica de San Pedro, el Cristo Redentor en Rio que dan realismo a las escenas con sensación del movimiento donde los mismos actores perciben en su actuación, pero la paradoja es que no se vé muertos ante tanta destrucción, solo queda en el subconciente del espectador de una gesta claustrofóbica imposible de evitar que crea la tensión durante dos horas y media de anticipada espectacularidad visual que demandan los cultores de éste cine.