viernes, 5 de septiembre de 2014

"Que extraño llamarse Federico"... recordando al maestro


(Che strano chiamarsi Federico, Italia/2013). Dirección: Ettore Scola. Con Tommaso Lazotti (fellini jóven), Maurizio De Santis (fellini mayor), Giacomo Lazotti (scola niño), Giulio Forges Davanzati (scola), Ernesto D'Argenio (Mastroiani -Marmeli Barbara), Emiliano De Martino (Maccari), Fabio Morici (G.Mosca), Carlo Luca De Ruggieri (Alvaro da Torre), Antonella Attili (Prostituta) Vittorio Viviani (narrador). Producción: Eugenia Ricceri. Guión: Ettore Scola, Paola Scola y Silvia Scola. Fotografía: Luciano Tovoli. Música: Andrea Guerra.Vestuario: Massimo Cantini Parrini. Edición: Raimondo Crociani. Dirección de arte: Cristina Di Paolo Antonio. Diseño de producción: Luciano Ricceri. Productoras: PayperMoon Italia, Cinecittá Luce y Studios, Rai Cinema, Cubovisión, Telecom Italia. Distribuidora: Zeta Films. Duración: 96 minutos.





En octubre se cumplieron los 20 años de la muerte del creador de "Los inútiles" y "Amancord" y es estrenado "Qué extraño llamarse Federico" una biopic como el reflujo de la vida misma y una mirada de su mundo interior, más una imágen recreativa de lo que fue y lo que pensaba para ser un cineasta magistral, así como decía "si la vida es una fiesta, vivámosla juntos como tal", deja una nostalgia extraña con la sensación de dedicado tributo con momentos muy emotivos.

A los 83 años, Ettore Scola concretó éste homenaje a Federico en el que se combinan elementos ficcionales y documentales y el resultado es un patchwork, como collage fílmico que probablemente convenza y hasta emocione a los fanáticos acérrimos tanto de quién homenajea como del que es homenajeado.
Así el comienzo como su final la escena es la misma, Fellini sentado de espaldas en una supuesta playa mirando hacia el horizonte de un decorado marítimo, en una perspectiva que parece mirar hacia lo desconocido o inalcanzable pero como buscando ésas direcciones inesperadas sobre el mundo en que se manejaba y conseguir convertirse en la personalidad más creativa de la Roma sesentista.


Narrada en tercera persona la película es una evocación iniciada con Fellini en sus últimos años de vida de espalda mirando al mar mientras recita en español un poema "De otro modo" de Federico García Lorca que termina aduciendo con la frase "que raro que me llame Federico", que luego de la toma del ocaso la historia pasa en ByN, y el narrador inicia el relato con la llegada de Fellini a Roma como dibujante en la revista satírica Marco Aurelio donde después conoce a Scola como compañero y su admirador.

En ése viaje nostálgico conforma de pensar las fantasías y audacias de Fellini que tenía desde el trabajo periodístico en la revista satírica Marco Aurelio de mayor éxito en 1939. Scola entró tiempo después en la redacción y ambos compartieron sus trabajos de ingeniosos caricaturistas donde el film muestra sus distintos ángulos de sus retratos de como reacionaban junto a los que los rodeaban en ésa tarea gráfica. Poco a poco el film nos muestra que la imaginación de Fellini no tenía límites y era capaz de subvertir las cosas hasta el exceso y la exageración.
Su vida estuvo allegada siempre a los estudios Cinecittá que los solía frecuentar hasta para ver otros directores filmando y que también fuera la capilla ardiente con su féretro en el año 1993, estuviera representado de una manera que pareciera que Fellini trata de vengarse del tiempo que pasó inexorable sobre su vida, con lo cuál Scola quiso huir de las tristezas presentando un Fellini divertido é irónico, inquieto y seguro de su propio talento interpretado en su juventud por Tommaso Lazotti.


El film  compuesto de fragmentos en cuáles alternan escenas de sus películas más importantes y reconstruye situaciones con imágenes de archivo de la RAI Teche y del Instituto Luce con escenas de sus salidas nocturnas con su amigo, donde invita a subir a su auto a una prostituta que narra su triste historia de su vida o se encuentra para charlar con un pintor de tiza callejero que hace retratos santos, convencido que la certeza real elimina la inspiración al interpretar el mundo desbordado, provocativo é irónico.


El film revive una antología nostálgica que semblantea la amistad y la creatividad en su escencia misma que implicó al cine para ambos, y que recuerda como se puede extrañar un amigo de "La dolce vita" (1960) con un álbum de imágenes reunidas con la intención siempre de su vida alegre, que también lo acompañó Scola con sus films como "La Vida Fácil" (1962) y "Un día muy especial" (1977). Además quién fuera considerado como su alter ego Marcello Mastroiani está presente en la famosa escena de la Fontana de Trevi con Anita Ekberg en la "Dolce Vita", son premonitoras de las situaciones vividas.
Es así que Scola siempre vió sus peliculas con admiración y ternura y lo recuerda como amigo como un Pinocho grande, que nunca llegó a ser niño de buen comportamiento.

Ésta visión íntima y episodios que vivieron juntos se muestran a travéz de raconttos en el tiempo marcados por los cambios de color y ByN con la fotografía de Luciano Tovoli a lo largo de 94 minutos con sus variadas anécdotas que ambos hacían por la noche para combatir el insomnio fueron el motivo de inspiración, como la prostituta que se evoca en "Las noches de Cabiria" (1957). 
El guión de "que extraño es llamarse Federico" fue escrito por Scola en Trevico natal (1931), en colaboración con sus hijas Paola y Silvia (2010) donde intentan acercar los primeros encuentros entre ambos directores para entender sus similitudes desde donde ambos también compartieron su pasión por dibujo humorístico y de viñetas y su afición por el gato Fénix.

Tanto Fellini como Scola compartieron la amistad con los guionistas Age Scarpelli y Ruggero Maccari, con el actor Alberto Sordi y su privilegiado Marcello Mastroianni que trabajó para ambos y que se distinguió en la escena de la Dolce Vita en la Fontana de Trevi como la película que sorprendió al mundo cinematográfico, y mucho tiempo después al anunciar su regreso rindiéndole un sensible homenaje a su gran amigo.


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