jueves, 19 de marzo de 2015

"Mommy" epítome de un adolescente incontrolable



Elenco; Anne Dorval (Diane (Die) Després), Antoine-Olivier Pilon (Steve Després)
Suzanne Clément (Kyla) y Patrick Huard (Paul Béliveau)                                                 Dir  Director: Xavier Dolan, Guionista: Xavier Dolan
Productor: Xavier Dolan y Nancy Grant
Música: Noia, Fotografía: André Turpin, Montaje: Xavier Dolan
Drama 2013, Canadá, duración 134 minutos

Mommy respecto a Steve encierra un tumultuoso complejo edípico porque para él, la madre es el deseo y el duelo como fuerzas motrices centradas en la reconquista: la recuperación del amor materno  filial y la adquisición de un espacio de libertad. Hay un encerramiento del complejo familiar con la permanencia de imagen cuadrada que lo ejemplifica el Director en permanencia que implica esa sensación de aprisionamiento en la que vive y siente Steve.

La madre habla por sus gestos de actuación, a través de su conflicto desesperado de una madre viuda que no consiguió enseñar y marcar los límites a Steve, su hijo adolescente al convivir en rebeldía de sus actos violentos en busca de libertad para la ruptura de barreras sociales preestablecidas, y la búsqueda de un aire que permita mayor amplitud a su patología compulsiva enfermiza se lo requiere, al concentrar un exceso de energía que rompe transgrediendo los límites de lo ordinario, en su comportamiento social.
Ese excedente incontrolable, que el propio director jóven Xavier Dolan de 26 años aplica en su filmografía con su quinta película de forma alterna como en (Yo maté a mi madre, Laurence Anyways y aquí), es la propia constitución psicológica al construir su propio personaje en propia raíz narrativa, incorpora el gesto autoconsciente en la figura materna para pedirle perdón, dado que él es el foco de conflicto y arrastra a su madre y su entorno, provoca resistencias en la actitud que no puede eludir de su conflicto psíquico.

Ante ésta situación de opresión y aislamiento de la adolescencia en erupción, en éste clima al sentirse aprisionado hay siempre una pulsión por el contacto con el mundo, encarnado en el tercer microcosmos cerrado en tres personajes, la madre, el hijo y una sensual Suzanne Clement, (la vecina Kyla) que ella misma con aparente timidez y tartamudez simboliza la disfunción de lo reprimido, que como ya lo anunciaba Freud, "es aquello necesario para el funcionamiento social".
Con ése defecto en el habla, tiene un agudo contraste con una subterránea ironía que denuncia Dolan respecto aquello que regula el orden social, porque ella alegoriza la fricción de Steve con el exterior. Un mundo que ya se encuentra defectuoso desde su propia existencia y Mommy tiene unas secuencias abrasivas en el comportamiento social  magistralmente ejecutadas cuándo trabaja los clímax emocionales que uno acaba desgarrado por el contexto del drama social al hacer un uso de los clichés, exacerbando las evidencias al límite de la parodia y ahí se posicionan las fracturas que ya emergen sustancialmente.
Un buen trabajo actoral y excelente dirección justifica satisfactoriamente para los más exigentes.

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