jueves, 13 de diciembre de 2018

No te preocupes ...no irá lejos ...


Después de que John Callahan (Joaquin Phoenix), un holgazán de Portland, casi pierde la vida en un accidente automovilístico, lo último que quiere hacer es dejar de beber. Pero cuando éste, impulsado por su amiga (Rooney Mara) y un carismático padrino de adicciones (Jonah Hill), ingresa al tratamiento a regañadientes, descubre un don especial para dibujar caricaturas irreverentes que desarrollan un seguimiento internacional y le otorgan una nueva oportunidad de vida. Basado en una historia real, éste drama conmovedor, perspicaz y divertido sobre la redención, el perdón y el poder curativo del arte, tiene un poder sanador espiritual con la adaptación de la autobiografía del caricaturista John Callahan y está dirigido por Gus Van Sant (Milk, Good Will Hunting, Elephant), ganador de dos premios Oscar.


El film de Gus Van Sant debería ser un drama excelente: tiene un protagonista magnético pero nada complaciente, de los que es un gusto odiar y querer su sensibilidad humana al mismo tiempo, para conseguir en todo un desafío de empatizar.
Lo secundan un plantel de actores formidables que tienen claras las ideas de puesta en escena sensacionales, y las disrupciones bastante atrevidas por momentos del ritmo y en la cronología del relato.
La película cuenta la historia real del humorista gráfico John Callahan, pero no la historia de su éxito o su vida privada que la soslaya, sino la de su lucha contra el alcoholismo. Callahan se quedó parapléjico de la cintura a los piés en un accidente de impacto fuerte, quedando severamente afectado de usar los brazos y las manos, y por su desgracia acentuó sus problemas con el alcohol. Solo vió la luz al final del túnel al plasmar su neurosis en ilustraciones de humor negro y sobre todo, seguir los famosos 12 pasos de Alcohólicos Anónimos con un puñado de dipsómanos acompañantes para su rehabilitación.


El gran valor de "No te preocupes, no llegará lejos a pie" está en su elenco de actores: en especial de. Joaquin Phoenix, posiblemente el actor más camaleónico e imprevisible del cine actual, en su papel de comportamiento odioso, irascible, decepcionado con la vida, aún así, su Callahan tiene una furia que sale no se sabe de dónde, y que le impulsa a seguir adelante con fuerza ante las imprevisiones, y el carisma de Phoenix consigue hacerlo creíble y humano sin aparente esfuerzo. Jonah Hill interpreta a un afectado millonario que parece callar mucho más de lo que cuenta en el grupo, desgranando sus penas poco solidarias con gente dispar del grupo como Beth Ditto, Udo Kier o la obesa Kim Gordon, en un papel breve pero memorable.


La película no pretende indagar en el origen del genio cómico de Callahan, algo que habría dado para una producción muy distinta y sin duda más compleja: Van Sant quiere reflejar el calvario del síndrome de abstinencia y también la implacable efectividad de los 12 Puntos de su lucha contra el alcoholismo. .


Las apariciones de una Rooney Mara desaprovechada por determinadas convenciones del cine de adicciones (cuando Callahan no encuentra vodka en casa, por ejemplo) y un tercio final excesivamente luminoso, contrasta con ideas como la de la interpretación del Paso 9 ("Reparar directamente el daño causado") de forma literal, donde la película deja entrever cierto humor propio de las viñetas que dibuja Callahan.
Los valores de "No te preocupes, no llegará lejos a pie" son los indiscutibles: actores impecables (aunque se echa de menos más tiempo en pantalla sobre ésas reuniones de Alcohólicos Anónimos), el ocasional olfato del mejor Van Sant para el melodrama y un protagonista complejo y con múltiples matices. En algunas ocasiones, la película no es capaz de reflejar una realidad tan complicada como la de las adicciones y se queda en "unir solo algunos puntos" del alcoholismo convencional cinematográfico. Calificacion MB

 

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