sábado, 19 de abril de 2014

"EL CRÍTICO" ... patético


EL CRÍTICO: (Argentina-Chile/2013). Guión y dirección: Hernán Guerschuny.
Con Rafael Spregelburd, Dolores Fonzi, Ignacio Rogers, Telma Crisanti y Ana Katz. Fotografía: Marcelo Lavintman. Música: Juan Blas Caballero. Edición: Agustín Rolandelli. Dirección de arte: María Eugenia Sueiro. Sonido: Emiliano Biaiñ y Jésica Suárez. Distribuidora: Buena Vista International. Duración: 98 minutos

Es una comedia romántica ácida ante situaciones disímiles encontradas donde se habla del mundillo de exhibiciones "para el medio" a los críticos con algunos tics sumados a desayunos previos, con una trama que si bién también hace a una reflexión acerca de los prejuicios de la intelectualidad, que a veces la ambiguedad, enlaza las relaciones humanas. Víctor Téllez (Rafael Spregelburd), un crítico severo demasiado patético influido por la nouvelle vague de Godard (y hasta sus pensamientos -en off- en francés) harto de las comedias edulcoradas se burla con ironía y convencido que lo mejor del cine arte se terminó, producto de su oficio padece lo que él denomina La Maladie du cinema (algo asi como la enfermedad del cine) y que él no puede evitar criticar, trabaja para un diario en que le cambian los textos y recortan sus notas, vive agobiado sólo en un departamento de bajo nivel, neurótico, malhumorado, huraño, cínico, prejuicioso y negador, y es un antihéroe perfecto que rie del snobismo y parodia al cine convencional.
En su ansiosa búsqueda por un nuevo apartamento conoce inesperadamente a Sofía (Dolores Fonzi), una bella y atractiva mujer viajera que tiene poco que ver con su buen gusto y el cine. Pero el azar se encarga de encontrarlos circustancialmente una y otra vez en situaciones extrañamente idílicas y Téllez intenta escapar de lo que aborrece pero sospecha que el género romántico en el cine que más odia, le está tendiendo una simple revancha en los efluvios del amor. 
Siempre es difícil la crítica para un crítico y a veces resulta aún más para otro cuándo la ambiguedad de la vida le hace ver lo que odia y no quiere como una película que criticaría y quedar atrapado a lo que no le pertenece, al evidenciar contraponer la mirada adolescente a la del entretenimiento y de la intelectualidad periodística, cuándo los críticos desconocen información básica de las condiciones de trabajo de producción de una película, haciendo referencia de ello al transcurrir por éste medio al que pertenece éste redactor que mira a un crítico con conocimiento de causa de quién se pasó treinta años sentado (en una butaca mirando cine, en un café con sus colegas, o en su escritorio escribiendo).
Con una buena actuación enigmática y algo apática y una acertada dirección el film termina decayendo hacia el final en el transcurso de su duración, de forma un tanto insatisfactoria y abrupta al quedar la sensación después de verla como una gran oportunidad desperdiciada para redondear una buena película a pesar que el género romántico siempre emociona.

No hay comentarios: