lunes, 2 de octubre de 2017

"Un minuto de Gloria" con dignidad



Título original; Slava (Glory) "Un minuto de Gloria" 
Director; Kristina Grozeva, Petar Valchanov Guión; Kristina Grozeva, Petar Valchanov, Decho Taralezhkov
Elenco; Stefan Denolyubov, Margita Gosheva, Milko Lazarov, Kitodar Todorov.
Productora; Abraxas Film, Graal S.A., Screening Emotions, Aporia Filmworks País; Bulgaria/Grecia 2016, duración 101 minutos, Distribuidora Mirada Distribution.


Después de la opera prima "La Lección" de Kristina Grozeva y Petar Valchanov, ofreciendo una lección de honestidad, insiste con "Un minuto de Gloria" segundo film que plantea cuándo Tsanko Petrov, (Stefan Denolyubov), un hombre pobre de mediana edad que lleva 25 años trabajando para empresa ferroviaria nacional y que pasa sus días ajustando los tornillos de los rieles, hasta que un día encuentra un millón de levas desparramados en las vías del tren.
Aunque pobre y lleva dos meses sin recibir su pequeño salario, su honestidad decide avisar a la policía a venir a levantar el dinero. Agradecido por su acto el estado le recompensa retirando su antiguo reloj de pulsera por un nuevo reloj digital pero… que al poco tiempo no funciona.
Es el punto de partida mientras tanto, Julia Staikova, jefa de relaciones públicas del Ministerio de Transporte, cuya cartera acaba de verse salpicada por un escándalo de corrupción en los medios, se aprovecha de las buenas intenciones de Petrov y lo convierte, con propósitos de marketing en un héroe, al organizar un evento mediático para regalarle un reloj digital de pulsera para la ocasión, que en poco tiempo deja de funcionar, y aquí Tzanko comienza su calvario al ser manoseado tanto por el ministerio como por los periodistas contrarios a él, incluso poniéndole en contra de sus compañeros de trabajo, quiénes lo acusan de robar al ferrocarril. La lucha desesperada de Petrov es para que le devuelvan no sólo su viejo reloj, sino también su dignidad.


"No hay espacio para la inocencia en Bulgaria", apuntan ambos films de Grozeva y Valchanov desde un guión minuciosamente calculado al permitir leer con claridad sus metáforas. "Glory"la marca del reloj cambia los roles: Gosheva encarna la figura opresora, Julia Staikova, directora de imagen del ministerio de transportes, decidida a proteger la reputación de la institución a toda costa".
En la escena en que arrebata el reloj de Petrov, no puede retomar su vida anterior acostumbrado en su rutina a darle cuerda y ponerlo en hora todos los días antes de salir a trabajar por la mañana. Es su costumbre un símbolo que representa su sentido de orden, la tradición y su honestidad y un recuerdo que lleva grabado de su padre de forma personal.
El ministerio le regala un reloj nuevo frente a las cámaras, Staikova sin saberlo inicia una serie de acontecimientos que mostrarán lo diferente que es su mundo corrupto con respecto al de Petrov tan sencillo.
"Un minuto de Gloria" expresa la distancia existente entre autoridades deshonestas y funcionarios afectados por la soberbia.
La llave inglesa de Petrov con la que trabaja lleva un cuarto de siglo evitando accidentes; en cambio el ministerio sólo se preocupa por las acusaciones de corrupción , que lanza el periodista de investigación Kiril Kolev (el actor y director Milko Lazarov).
El ministro ignora la insistencia de Petrov, quién afirma saber porqué la empresa pública está perdiendo tanto dinero: se trata de dos mundos entre los que no cabe comunicación posible.
El film es una joya de arte cinematográfico con un guión que analiza una trama secundaria inspirada en un hecho real sobrecargado, en la que Staikova debe pasar por un sinfín de vicisitudes médicas para poder tener un hijo por inseminación con su marido Valeri (Kitodar Todorov), donde emplea la tecnología como una forma de subrayar las diferencias entre ambos mundos: Petrov se muestra feliz acariciando sus conejos en su pequeño patio interior, mientras que Staikova y los suyos se rodean de alta tecnología y se muestran como los maestros de lo superficial, de una forma tan amoral como insustancial.
La incapacidad para comunicarse con el hablar de Tzanko ofrece un valor mayor a la película, puesto que provoca una empatía intensa con el pobre hombre, donde todos nos vemos acongojados por su desgracia.
El film es una tragicomedia, lúcida y sagaz en forma de sátira con tintes de comedia negra que en algún momento provoca en igual medida risas, indignación y tristeza cuándo su protagonista es ridiculizado para convertirse en víctima de un sistema político corrupto.
"Una premisa moral tan sencilla de profunda reflección, motiva a la dignidad".

 

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