"MUNDO MICROBIANO: el ser humano es más microbio que mamífero..."

Desde el comienzo del siglo XX con la introducción de los antibióticos, nuestro microbioma ha estado cambiando permanentemente, de ser bueno o malo ésto se comprenderá con un mejor conocimiento del microbioma humano.
Éstos microbios han evolucionado dentro del organismo humano a través del tiempo por las cuestiones de cambio ambientales y biológicas.
De un estudio publicado en New Scientist de Londres, los científicos tienen la idea que ésto es la continuidad entre los microbios internos con respecto a los que conviven en el mundo exterior. La visión sería conseguir manipular el microbioma humano para mejorar la salud. Así como el yogurt probiótico contiene bacterias vivas, es el punto de partida para mejorar la salud, existen otros proyectos que incluyen otras bacterias que ayudarán a perder peso y controlar la obesidad.

La otra idea es la huella microbiana de una persona que tiene un registro histórico para señalar el origen de nuestros ancestros, así el microbioma puede rastrear la evolución con sus microbios que reflejan los cambios obtenidos de nuestra manera de vivir. Se sabe que la flora intestinal microbiana cambia con la edad, la dieta y demás factores salvo en el único momento durante los 9 meses de gestación que estamos en el vientre materno, estuvimos libre de los gérmenes y estabilizado.

En los primeros años de vida los niños adquieren colonias microbianas en el cuerpo, excepto en el cerebro, riñones, pulmones y sangre. Al ser mayores una vez lanzados al mundo de gérmenes patógenos nos condicionan de forma tal por las oleadas migrantes de otras personas, animales domésticos hasta adquirir una estabilidad microbiana que coexistirán durante el resto de nuestra vida. Sin embargo las colonias estables no son pasajeras y dependemos para sobrevivir y estar inmunes y estables con los anticuerpos que incluyen virus, hongos, protozoos y bacterias que son un escudo de protección en el medio ambiente.

Pero si se perturba esta armonía natural, nuestros microbios benignos pueden enfermarnos al activarse sin control y para ello es necesario identificarlos al ser cultivados en labratorio.

La biología molecular puede analizar los genomas de colonias microbianas al cortar su ADN en partículas y secuenciar sus fragmentos para su estudio.

El Instituto Nacional de Salud de EE.UU aprobó ésta área como la metagenómica para investigar en los próximos 5 años el microbioma humano que contiene el total microbiano humano en el cuerpo, ya que se piensa que el total de genes microbianos excede la proporción de 1000 x 1 y son tantos los parásitos que puede desparramar, y estaría alguien en problemas si no tuviera ninguno.

Ésta paradoja es la que los científicos quieren dilucidar al considerar que el ser humano es más un microbio que un mamífero, un superorganismo que contiene 10 veces más celulas microbianas que humanas. De ahí se descubrió, que no hay 2 individuos iguales con el mismo componente microbiano, cambia con el tiempo en cada persona y hasta cuando se usa una nueva marca de jabón en la ducha.

Una gran variedad pueden vivir en la piel sin afectar "daño" pero no siempre son benignos ya que pueden producir infecciones si pasan a la sangre, dice el microbiólogo Mike Wilson de la Universidad College de Londres.

Así el acné, propionibacterium, microbio anaeróbico que se alberga en las glándulas y poros de poco oxígeno causando acné y durante 3 décadas el acné fué tratado con antibióticos.

En 2002 los científicos de la Universidad de Leeds encontraron en los pacientes de la década pasada las cepas que eran resistentes a los antibióticos que usaban en el tratamiento y no obtenían resultados positivos por ser resistentes. Hoy en estudios recientes con individuos tratados de acné con tetraciclinas que se colonizan con bacterias resistentes son responsables de enfermedades que se complican hasta ser mortales.

La metagenómica reveló algunas relaciones entre la microflora y la salud humana que estudió Jeffrey Gordon de la Universidad de Washington en St. Louis al revelar que los obesos tienen tasa más alta de firmicutas y bacterioidetes que son gérmenes alojados en el intestino en aquellos que son delgados lo que le permitió pensar que la obesidad podía estar ligada con el incremento de absorber nutrientes grasos en el intestino por la tasa de microbios allí alojados. Se pensó entonces poner a los obesos a dieta de bajas calorías, la proporción de bacterioidetes aumentó acercando al perfil de los delgados. Otro estudio de Gordon con candidatos a una intervención terapéutica con Methoanobrenibacter smithii que estaba presente en el intestino para la disgregación de azúcares complejos que no pueden ser degradados por enzimas humanas, observó en los ratones de laboratorio que eran obesos y tenían más Methoanobrenibacter.smithii en sus intestinos que los delgados y al trasplantar esa colonia en ratones con intestinos estériles, éstos aumentaron de peso más que aquellos que tenían microflora intestinal en los ratones delgados. Gordon entonces comenzó a secuenciar el genoma del Methoanobrenibacter.smithii como primer paso hacia la manipulacion de su presencia en el intestino para conocer los factores que puede llegar a obtener el control de la obesidad y poder hacer las comparaciones genéticas.

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