viernes, 8 de febrero de 2013

"LINCOLN"; buscando la emancipación


Dirección: Steven Spielberg.
Género: Biopic, drama, histórico.
Elenco: Daniel Day-Lewis (Abraham Lincoln), Tommy Lee Jones (Thaddeus Stevens), Sally Field (Mary Todd Lincoln), Joseph Gordon-Levitt (Robert Lincoln), David Strathairn (William H. Seward), Tim Blake Nelson  (Richard Schell), James Spader (W.N. Bilbo), Lee Pace (Fernando Wood), Jackie Earle Haley (Alexander Stephens), Hal Holbrook (Preston Blair), John Hawkes (Robert Latham), Bruce McGill (Edwin Stanton), Jared Harris (general Ulysses Grant).
Guion: Tony Kushner, John Logan y Paul Webb; inspirado en el libro “Team of rivals: The political genius of Abraham Lincoln”, de Doris Kearns Goodwin.
Producción: Kathleen Kennedy y Steven Spielberg.
Música: John Williams.
Fotografía: Janusz Kaminski.
Montaje: Michael Kahn.
Diseño de producción: Rick Carter.
Vestuario: Joanna Johnston.
Distribuidora: Hispano Foxfilm, USA. Año: 2012. Duración: 157 min. 
Abraham Lincoln" fue un estadista y político de raza pragmático pero de convicciones y como abogado de temperamento contumáz, alcanzó cualquier propósito que se propusiera porque jugaba a dos punta, como gran orador que conseguía envolver a la audiencia y de escuchar al pueblo con alguna trampa para obtener sus objetivos en el afán de unir una nación dividida por la Guerra de Secesión en 1865.     
La película al igual que otras superproducciones de Hollywood con el solo objetivo de ganar en la próxima ceremonia el Oscar con 12 nominaciones, y para sólo sobar el espíritu patriótico estadounidense con azuzar la imágen complaciente de la figura histórica más venerada del pueblo norteamericano durante la época de la secesión que aquí pretende solo destacar a Spilberg.
Si hacenos un paralelo con la versión anterior de John Ford " El joven Lincoln" interpretado por Henry Fonda, la comparación de ambos Ford y Spielberg representan el antes modesto pero conceptual y el ahora del gran cine norteamericano comercial. Ford pone sensibilidad y poesía, Spielberg pone sensiblería y énfasis. Esto se observa cuándo Ford retrata los inicios de Lincoln en un modesto pueblo de Illinois, en cambio el guión de Tony Kushner y John Logan en la adaptación buscan con Spielberg el voto de la décimotercera enmienda, que abolirá la esclavitud, por lo cuál la película debería llamarse "La Decimotercera Enmienda" que  busca la Emancipación" ya que no sale de la pelea verbal congresista por la enmienda nro. 13 de la constitución, nos encontramos con una sucesión de negociaciones políticas a puertas cerradas, en torno a mesas de conferencias dentro de habitaciones semi oscuras muy discutidas.
No se menciona en ningún momento cuáles fueron las causas reales que el presidente se empeña con tanta firmeza en aprobar la Enmienda, cuándo su intención era debilitar al enemigo en tiempo de guerra, en un momento en que la Unión iba perdiendo.
La abolición de la esclavitud fue una potente estrategia bélica para crear caos en el territorio confederado. Y no hay que olvidar que la Guerra de Secesión Americana nunca se trató de una guerra social, sino de un enfrentamiento entre el norte industrial y el sur agrario, una guerra instigada y vencida por el capitalismo.
Ford, con más humildad, alcanza remarcar una nota de gran cine, mientras que Spielberg se instala en lo sublime y fastuoso pero demasiado conversado y patriotero.
Al conocer el final éstas negociaciones repetitivas que no tienen suspenso ni dramatismo humano salvo la escena de la aprobación en el Congreso que se festeja con mucha algarabía, al resto le falta ritmo, y el film se hace tedioso a lo largo de sus 157 minutos de duración por la cuál el espectador ya no sabe para que lado moverse en la butaca...

El fillm no hace gala de espectacularidad con una ambientación de época moderada se cierra en los interiores de la Casa Blanca con diálogos, largos debates entre los lobbistas que buscan conseguir los votos esquivos.
También podemos hacer un parangón entre los actores Henry Fonda/Daniel Day-Lewis que rizan sus actuaciones con gestos correctos al igual que los secundarios también ajustados en sus papeles, salvo Tommy Lee Jones solo de a ratos, no da para lucirse si no fuera por su virtuosismo que vive en la leyenda.
 El Lincoln de Fonda gana por su profundidad emocional y cala en el personaje.
Las subtramas de Spielberg en cambio podrían haber añadido un poco emoción a la historia, como la tensa relación del presidente con su hijo no fueron aprovechadas, y podría haber sido desarrollada por Spielberg para añadirle una tinte interesante de dramatismo y humanidad a la historia, en lugar de terminar como un simple detalle final. 
La iluminación pone el clima a las escenas con un leve tinte ocre en sus interiores en los que se mueven los pesonajes que no tienen ambiguedades encarnado por Tommy Lee Jones, Sally Field y James Spader, y se destaca como excepción la interpretación de Lincoln en Daniel Day- Lewis.
Una película que podrá ser elogiada por portación de apellido, tanto del título como por su anécdota histórica de quién la firma, pero no por mucho más que sea de significativo carácter que un documento histórico.

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