jueves, 20 de agosto de 2009

"El secreto de sus ojos"




Todo ha pasado hace 25 años, es la búsqueda que impactó su vida y lo intuye Benjamín Espósito, un empleado judicial jubilado al decidir escribir una novela, para matar el tiempo de ocio que le toca vivir, y sus recuerdos son los móviles que lo lanzan en su cabeza a junio de 1974 donde quiere investigar la muerte de una mujer asesinada que no fué resuelta. Ni bien Espósito pisa el juzgado de Irene Menéndez Hastings (Soledad Villamil),el espectador presiente que la historia se va a disparar de otras manera con filling romántico por causa de una sonrisa irresistible. El director de El secreto de sus ojos, Juan José Campanella, (Luna de Avellaneda), aquí decide contar minuciosamente la pasión de cada personaje involucrando directa o indirectamente en la escena de un feminicidio fechado en junio de 1974 y caratulado como el caso Morales que contamina el relato y el presente actualiza ése pasado fulminado por la impunidad de la justicia en un tiempo de revanchas.
Espósito le ha dado siempre muchas vueltas a las cosas de su vida y que (Ricardo Darín) con su personaje las va agigantando dentro del simple empleado judicial al que el cadete llama "doctor", se guía por la señal que lanzan los ojos que lo apasionaron siempre y mantuvo callado, jamás se equivoca.
Las corazonadas lo llevan al viudo de la joven asesinada, Ricardo Morales, quién espera al asesino todos los días con esa desesperanza de amor que siente (Pablo Rago) indefenso y que va mutando hasta el final.
El mismo olfato lo enfrenta al sistema judicial y le da energía para bancar a su compañero de trabajo y amigo, Pablo Sandoval (Guillermo Francella) impacta en el rol de empleado que cose expedientes y que tampoco puede escapar de su frustación y a "su pasión" por la vida que tiene por lema, un tipo libre que tiene más horas de bar que de juzgado.
La dupla Darín-Francella es imbatible tanto en el drama como en ése humor liberador que destila. Darín, Francella, Rago y Villamil logran una ajustadas interpretaciones inolvidables en este thriller policial basado en la novela homónima de Eduardo Sacheri "La pregunta de sus ojos".
Campanella suma los ingredientes de su propia cosecha con factura de una historia equilibrada. El secreto de sus ojos alude al invierno impiadoso y agrega detalles inconfundibles que transportan a los inicios del terror de Estado en Argentina durante la época de subversión, de la escritura de la novela, donde aparecen las cuentas y pasiones sin saldar.
El director esta vez toma, de Buenos Aires, la atmósfera de un bar en penumbras donde alguién se emborracha y recuerda la delantera del Racing Club de 1964 que sobrevuela desde el aire; y donde su cámara recorre las galerías señoriales de Tribunales entre los expedientes en que también se olfatea la muerte. Si las interpretaciones son impecables, también lo es la cámara que acompaña a Espósito y que se va cargando de un dramatismo profundo y doloroso.
El thriller judicial de Campanella es más que un recuerdo de pistas, huellas y nombres de un expediente olvidado. Hay en El secreto de sus ojos una indagación sensible y a la vez, sencilla, de los sentimientos y los móviles de la acción que acompaña una delicada sonrisa de pasión imposible. El director tensa la cuerda, pocas veces conseguida en el cine nacional, cuando entra de lleno en los recovecos y miserias burocráticas que habitan el Palacio de Justicia.
Lo acompañan la cuidada fotografía de Félix Monti (La historia oficial, El exilio de Gardel, La niña santa) y la ajustada música de Federico Jusid.
El nudo que se desenvuelve entre el momento político, y la naturaleza trágica desbordante de los personajes donde el amor sostiene el film, que mira hacia atrás para asegurarse el futuro.
Opinión de Marcelo Stilentano

"La Ola"

La ola (Die Welle, Alemania/2009, color; hablada en alemán). Dirección: Dennis Gansel.
Con Juergen Vogel, Frederick Lau, Jennifer Ulrich, Christiane Paul. Guión: Gansel y Peter Thorwarth sobre el relato de William Ron Jones y el telefilm The Way, de Johnny Dawkins y Ron Birnman. Fotografía: Torsten Breuer. Música: Heiko Maile. Edición: Ueli Christen. Presentada por Impacto. 108 minutos. Sólo apta para mayores de 16 años. Opinión: buena

De un hecho real surge "La ola" como símbolo de un experimento que un profesor de Palo Alto, en California, hace 42 años cuando buscó examinar la naturaleza del totalitarismo proponiendo un juego de roles en una clase donde es profesor de sociología é instructor de vólebol acuático, su propuesta al convirtirse en un nacionalismo exhacerbado por la disciplina rígida termina en un régime totalitario, al imponerse como un líder carismático, atlético y autoritario, la ciega obediencia a las normas del grupo y códigos que terminaron por superarlo.
La ficción del alemán Dennis Gansel traslada la historia a su país sobre el libro de Todd Strasser/Morton Ruhe, que muchas escuelas germanas adoptaron como un clásico juvenil para demostrar que aun en una democracia sólida, subsiste el peligro de crear un nuevo fascismo.
Una juventud carente de ideales, desinteresada de lo político, xenófoba e individualista, falta de contención y de grupos de pertenencia solidario encuentra lugar propicio para ser fácilmente seducida por las convicciones que ofrece un régimen donde las disidencias se disuelven en la cohesión del grupo, los miedos se dominan, y los actos de violencia y vandalismo pueden ser legitimados en nombre de una causa.
Se consiguen fundamentar así otras condiciones que Gansel juzga determinantes: el malestar social, la frustración, los efectos del mundo globalizado, etc en una sociedad xenófoba.
Gansel apuesta al impacto más que al exámen o la reflexión, en su afán simplificador lo que busca es sembrar en cada uno la necesidad de mantenerse vigente a los propios principios de autoritarismo de un público juvenil, con una estética y un lenguaje propio de rock y vértigo en su alumnado. Y aunque narra con brío, acierta en varias observaciones y tiene el apoyo con un elenco impecable, donde en su film sobran la didáctica y discursos pero falta la elaboración dramática: los personajes-estereotipos sólo ilustran lo que Gansel quiere demostrar con un enardecimiento de voluntades cuando la psiquis se revierte de autoritarismo en demagogia descontrolada que lleva a una reflección sin salida.

martes, 18 de agosto de 2009

"Desafío"

Desafío (Defiance, Estados Unidos/2009). Dirección: Edward Zwick.
Con Daniel Craig, Liev Schreiber, Jamie Bell, Alexa Davalos, George MacKay, Allan Corduner, Mark Feuerstein, Tomas Arana, Iben Hjejle.

Guión: Clayton Frohman y Edward Zwick. Fotografía: Eduardo Serra. Edición: Steven Rosenblum. Dirección de arte: Daran Fulham y Yann Biquand. Sonido:
Jon Title. Distribuidora: SP Films. Duración: 137 minutos. Apta para mayores de 13 años. Salas: 29.
Pocos son los casos en donde la voluntad narrativa se impone a la voluntad de denuncia, con genuina emoción y empatía contra toda extorsión emocional.
Edward Zwick director funcional en distintos proyectos cinematográficos encontró en Desafío el proyectos de reconstrucción histórica donde impone la denuncia contra la empatía emocional con un relato sostenido por el carácter moral de film “importante”, que ostenta con cierta prepotencia todas las películas históricas testimoniales.
Esto, que parece un elogio menor por sustracción es precisamemente lo que habilita que la película no caiga en sentimentalismos, al elegir narrar una historia de judios que deben empuñar las armas para defender su libertad, que se apone a la pasividad judía que el cine siempre trató sobre el holocaustro.
Desafío de Zwick como director y fotografía de Eduardo Serra no soslayan las escenas dramáticas cuando ingresan en el terreno de la aventuras y la supervivencia. Por el contrario, parece soslayar los hechos cuando decide mostrar el costado más naturalista de la pequeña colectividad de supervivientes judíos, de las masacres y ahondar en el conflicto con dureza frente a la impotencia de la comunidad de refugiados judíos, que deben esconderse en los bosques para conseguir sobrevivir pasando por todas las penosas vicisitudes del lugar.
El episodio fílmico relata la historia real nazista en la Segunda Guerra mundial de un grupo de partisanos bielorusos que intentan sobrevivir a la persecución judía por el nazismo y que fuera difundido por la socióloga norteamericana en su libro "Defiance, The Bielski partisans " de Nechama Tec al cine con guión de Clayton Frohman y Eduard Zwick.
Los hermanos Bielski son los líderes que llevan adelante la misión de sus protegidos por Zus (Lieb Schreiber) un hombre de fuerte acción para enfrentar al enemigo nazi y su hermano más sereno Tuvia (Daniel Craig) que impone una responsabilidad a su cargo para velar por la seguridad del grupo que lidera.
La persecución se produce después de ser asesinados sus padres y éstos deben huir junto a sus dos hermanos menores Asael ( Jaime Bell) y Aron (George MacKay) para encontrar refugio en el bosque que conocían bien y poder lanzar desde ahí sus acciones guerrilleras. Allí en los bosques conocieron familias de otras poblaciones cercanas que se sumaron al grupo para formar una comunidad errante que era perseguida por los nazis ademas del hambre y el frío.
En esa comunidad tan heterogénea no faltó las anécdotas que se cuentan y los estereotipos de frases glamorosas como "cada día de libertad es un acto de fé" y "nuestra venganza es poder vivir" o de algún intelectual con anteojos que no sabe usar el martillo para clavar clavos para construir una casamata de refugio. El conflicto se tensa cuándo se enfrentan entre hermanos, y Zus decide unirse a las tropas rusas para enfrentar a los nazis, y que finalmente las circustancias los vuelven a encontrar para volver amigarse al conseguir liberarse del holocaustro.