viernes, 18 de febrero de 2011

"El discurso del Rey" por la coronación


El discurso del rey (The king's speech, gran bretaña-australia-ee.uu./2010) . Dirección : Tom Hooper. Guión : David Seidler. Fotografía : Danny Cohen. Edición : Tarig Anwar. Música : Alexandre Desplat. Elenco: Colin Firth, Geoffrey Rush, Helena Bonham Carter, Guy Pearce, Jennifer Ehle, Derek Jacobi, Timothy Spall, Claire Bloom, Eve Best, Michael Gambon. Distribuidora : Diamond Films. Duración : 117 minutos. Calificación : apta para todo público
De la tartamudez de quién se convertiría en el rey Jorge VI de Inglaterra, el gran público sabía poco y nada hasta el encumbramiento de El discurso del rey, la película que aparece como máxima candidata a llevarse el Oscar como premio más importante de Hollywood al rescatar el tema que lo convirtió en una gran historia, y de paso disparó infinidad de debates históricos en todo el Reino Unido sobre lo que realmente ocurrió en un momento decisivo del siglo XX.
En verdad, quedó grabado en la memoria histórica una frase del monarca en la intimidad después de la ceremonia de coronación: "No podemos desilusionar dos veces a Inglaterra en la misma generación".  
Se refería al inesperado compromiso que debió enfrentar trás la abdicación de su hermano mayor David, que once meses después de ser ungido como Eduardo VIII dejó la corona para conservar el amor de una mujer plebeya, norteamericana y divorciada dos veces, Wallis Simpson, con la que terminó casándose.
Jorge VI, el hombre que sería rey, sufría de tartamudez, todo un problema en las vísperas de una guerra. Y quién logró remediar ese tormento fue un extravagante terapeuta de origen australiano llamado Lionel Logue, a cuyos servicios recurrió de una manera igualmente heterodoxa la esposa del futuro soberano, más tarde conocida por todos como la Reina Madre.
La nacionalidad australiana del logopeda no es menor ya que el director británico Tom Hooper, que ya había mostrado talento para la narración detallista de época, y la dirección de actores en la miniserie John Adams, es hijo de una australiana. Con éste modestísimo punto de partida, Hooper pasó a convertirse en el artífice de su película con estrella propia y que anuncia su estreno antes del Oscar, por la reciente cantidad de premios otorgada por las asociaciones de productores, directores y actores de Estados Unidos que suma 12 nominaciones y ya se insinúa como la preferida del Oscar 2011.
Lo que Hooper más temía era caer en los clichés de enfermedades complicadas y curas milagrosas siempre propuestas como salvación, pero "Lo más importante en ésta película es la necesidad de creer en la capacidad del héroe en uno mismo y de no equivocarse en el momento decisivo", comentó hace un tiempo a la prensa británica.
Con ésas precauciones, más un cuidadoso trabajo de preparación con el sello de la BBC y la elección de un elenco de celebrados actores, El discurso del rey comenzó un camino silencioso que se inició hacia la competencia del Oscar, muy por detrás de la favorita original Red social, a la que hoy parece quedar relegada en el cálculo de probabilidades
Colin Firth (que un año atrás también estuvo nominado por Todo un hombre ) como actor protagónico, y Geoffrey Rush lucen momentos de emoción que la historia contagia a los espectadores con su rigurosa relación inglesa entre el soberano (Bertie para la familia) y Lionel, el logopeda australiano cuya ayuda le será indispensable, pero también le revelará el significado de la palabra amistad, y que la habilidad del director del film han sabido rescatar con dosis de humor, tensión, drama, emoción y hasta la clásica flema británica ó el debate que provocaría haber omitido ciertas conductas filonazis por parte de Eduardo VIII y dudas en torno del verdadero papel que cumplió Winston Churchill.
El despliegue del talento fluye por lo que propone un buen elenco y hace difícil sustraerse a su encanto. Quizá los trabajos de Colin Firth, Geoffrey Rush, Helena Bonham Carter, Derek Jacobi, Guy Pearce y el resto opere con tanta seducción sobre el espectador que éste termine hallando en el film algunas cualidades más de las que verdaderamente tiene, y verlo sea una experiencia necesariamente deliciosa.
 Discusiones que crecen mientras "El discurso del rey" parece encaminarse cautelosamente, de aquí al domingo 27 de febrero, a vivir otra clase de coronación, al estilo Hollywood como ganadora del Oscar.

miércoles, 16 de febrero de 2011

"127 horas", de alta tensión por sobrevivir

La obsesión es filmar el impulso vital del realismo extremo que lleva a las personas a tomar decisiones drásticas con el propósito de dejar atrás la adversidad que le toca enfrentar.
En el film "127 horas" es una experiencia angustiante y tensa para el espectador, el protagonista James Franco que será uno de los maestros de ceremonia en la entrega de los Oscar Award 2011 a lo largo de 4 horas de fiesta en el Teatro Kodak, tendrá como escenario real la película que lo cuenta como un experimentado montañista personificando a Aron Ralston al quedar atrapado en abril del 2003 entre paredes rocosas en montañas del estado de Utah, un inóspito lugar que se caracteriza por formaciones de cañones montañosos.
El director británico Danny Boyle que se consagró hace poco más de 3 años por su trabajo en Slumdog Millonaeire (Quieres ser millonario..?), reconoció en su momento el sorprendente triunfo de su film cuándo mostró la miseria de los barrios paupérrimos de Bombay frente al galmour que ofrece Hollywood.
Ya nadie duda que, de los primeros escarceos hacia el Oscar que tenía 127 horas para ganar, ahora los expertos en pronósticos incluyen a éste film con posibilidades nulas de aspirar al trofeo, a pesar de tener el soporte del músico indio A.R.Rahman de su exitoso film anterior y ahora nominado por la excepcional música para 127 horas, y que también se alcanza a recordar otros films similares en el tema como "Naúfragos" con Tom Hanks en la experiencia de un moderno Robinson Crusoe viviendo en una isla, ó de "Enterrado" la más reciente experiencia de un personaje encerrado en un ataúd bajo tierra intenta escapar del interior.
Raldson acostumbrado a hacer recorridos en montain bike en soledad alcanza ribetes de gran dramatismo ante la imposibilidad de solicitar ayuda al quedar atrapado e inmovilizado por una enorme piedra entre el filo de las paredes rocosas, donde tuvo que permanecer 5 dias alimentándose de su propia orina, hasta conseguir liberarse con un alto costo de automutilación.
Boyle no busca el efectismo del momento extremo ni la crónica de un hombre solitario aislado que busca reencontrase a sí mismo, o mostrar la soledad del paisaje recorrido en bicicleta, sino una historia de alguien que trata de conectarse con el mundo, sus amigos y familia sea fructifera pero ésta termina como una trágica consecuencia de la vida.

jueves, 10 de febrero de 2011

La vuelta del western olvidado

Temple de acero (True grit, Estados Unidos/2010) . Dirección y edición : Joel y Ethan Coen. Guión: Joel y Ethan Coen, sobre la novela de Charles Portis. Fotografía :Roger Deakins. Música : Carter Burwell. Diseño de producción : Jess Gonchor. Elenco : Jeff Bridges, Matt Damon, Josh Brolin, Hailee Steinfeld, Barry Pepper. Distribuidora : UIP. Duración : 110 minutos. Calificacion : apta para mayores de 13 años.
"Temple de acero", es el clásico título del cine del Viejo Oeste, como remake en los comienzos de los años 90 con Danza con lobos y Los imperdonables, una vez más alimenta al Oscar como un interrogante de Hollywood para su premiación.
El nuevo film de los hermanos Coen, que estrena UIP entusiasma por llevar recaudado más de 100 millones de dólares desde Los imperdonables y también desde lo artístico, gracias a las 10 nominaciones al Oscar, cifra sólo superada por El discurso del rey con 12 nominaciones.
El entusiasmo por la vuelta del género cinematográfico como el mito clásico de Hollywood en los EE.UU  aparece identificado cada vez que alguna reconocida figura procura rescatarlo. Así fue con Clint Eastwood, con Kevin Costner (la excelente Pacto de justicia siguió a Danza con lobos ); Ed Harris y Viggo Mortensen ( Appaloosa ); Russell Crowe y Christian Bale  (3.10 a Yuma, en su otra remake), y Brad Pitt ( El asesinato de Jesse James ).
Ahora es con la nueva Temple de acero, un film original de 1969, que le permitió nada menos a John Wayne (la máxima figura e image del western) obtener por única vez el máximo galardón de Hollywood por su personificación de Rooster Cogburn, un viejo afecto a la bebida, escéptico y desengañado marshall, tuerto, que acepta el ofrecimiento de una adolescente para adentrarse en territorio indio y cazar al fugitivo que asesinó a su padre. Wayne hizo de Cogburn por segunda vez en El alguacil del diablo (1975), su penúltimo film.
Los hermanos Coen de su film dijeron que no guardaban intención alguna de recrear un western clásico donde se corre en desenfrenado galope a los tiros persiguiendo los buenos a los malos sino que su interés de ellos consistía en la revisión de la novela que lo inspiró, escrita por Charles Portis en 1968, sobre todo a partir del lugar que ocupaba la chica de 14 años (Hailee Steinfeld, también nominada al Oscar), de rigurosa formación presbiteriana con diálogos permanentes entre sus personajes que son duelos verbales, pero con decisión resuelta a tomar las armas y vengar a su padre.
En manos de los Coen, ella aparece como protagonista ideal de otra de las clásicas reflexiones sobre el bien y el mal de los realizadores en "Sin lugar para los débiles" .
Es posible que Steinfeld todavía podría obtener el premio como mejor actriz de reparto y que el extraordinario fotógrafo Roger Deakins lograría aquí su primer Oscar en nueve nominaciones.
Pero los comentarios de Hollywood alrededor de Temple de acero exceden al Oscar y retoman la recurrente idea del rescate del western pero lejos del clima tenso de "A la hora Señalada".
Hay expectativas sobre el próximo estreno de "Cowboys vs. Aliens", con Harrison Ford y Daniel Craig mezclando una historia del pasado del Oeste y el futuro de la ciencia ficción. También está por la recuperación de un olvidado guión de Sam Peckinpack al interesarse en Hollywood sobre el retorno del género y por interrogarse sobre el destino del western, sin respuestas futuras.